Terminó la natación para el equipo argentino que viajó a París 2024 con la participación de Macarena Ceballos y Agostina Hein en sus segundas pruebas, ya que el marplatense Ulises Saravia sólo corrió los 100 metros espalda.

Después de haber sido semifinalista en los 100 metros pecho, la riocuartense Ceballos no pudo repetir en los 200 y en su serie terminó séptima con un registro de 2m26s55 que la dejó18°. Más allá de su actuación, cerró una gran participación en su debut olímpico ya que su 15° lugar en los 100 metros le permitió quedar en la historia como la primera nadadora que puso a Argentina en una semifinal olímpica tras lo hecho por la también cordobesa Georgina Bardach en Atenas 2004, con medalla de bronce incluida en los 400 combinados.

“Con el tiempo voy a valorar lo que conseguí. Sé que fue una semifinal histórica pero, como siempre digo, lo mío es un deporte de tiempo y como soy muy autoexigente no quedé conforme con mi marca de los 100 metros”, destacó Ceballos.

Con 16 años también cumplió con creces la atleta más joven de la misión argentina. La campanense Agostina Hein se presentó en los 800 metros libre y en su acto final terminó 14° con un crono de 8m37s43. “No es el tiempo que esperaba pero me sentí muy bien”, destacó tras salir de la pileta de La Defense.

El cierre de los tres obliga a pensar en el futuro. Más allá de Ceballos, la mejor nadadora argentina de la actualidad, a los Juegos Olímpicos viajaron dos medallistas del último Mundial juvenil, como Saravia y Hein. De cara al próximo ciclo olímpico, no es utópico pensar que Hein pueda estar dentro de cuatro años, en Los Ángeles 2028, por debajo de los 8m20s para entrar en una final o de los 8m15s para, incluso, pelear por una medalla en los 800 libre. Lo mismo vale para Saravia, que podría nadar por debajo de los 53 segundos en los 100 espalda. Ambos tienen la edad para llegar a los próximos Juegos Olímpicos o aún más allá en su plenitud.